En Pentecostés conmemoramos la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles, cincuenta días después de la resurrección de Cristo.

Es la culminación del tiempo pascual, Jesús resucitado nos deja su Espíritu, quien nos da el convencimiento de la fe, nos ilumina, ayuda y fortalece a lo largo de la vida.

Para preparar nuestro corazón y acoger este  mismo Espíritu, unidos en oración, le pedimos al Espíritu Santo que nos regale sus siete dones, para ponernos al servicio de los demás, sobre todo en estos momentos de puesta en marcha de nuestra Unidad Pastoral. Y le pedimos su fuerza para que seamos fieles a su empuje evangelizador.

Estamos todos invitados a participar; os animamos a compartir este momento de oración; necesitamos comunidades alegres, llenas de vitalidad, sencillas, gozosas y acogedoras, sin miedo, capaces de entusiasmar. Esperamos la llegada del Espíritu Santo, que su presencia transforme nuestro corazón.

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