El 15 de octubre de 2024 se reunió el Consejo Pastoral Parroquial de Ejea.
Además de las informaciones económica y las de los distintos grupos parroquiales, en este comienzo de curso, se trató el tema de la revisión y renovación de los miembros del Consejo, siguiendo los nuevos Estatutos para los Consejos Parroquiales de nuestra diócesis de Zaragoza, aprobados en el Consejo Presbiteral en febrero de este año. Se revisaron el número de miembros que representan a cada una de las áreas de nuestra parroquia: acción formativa y catequesis, acción caritativa y social, y acción celebrativa y espiritualidad.
Por otra parte se presentó el Plan Diocesano Vita a través del folleto editado por nuestra diócesis para el conocimiento y trabajo común de todas las parroquias, arciprestazgos y vicarías de nuestra diócesis de Zaragoza, señalando la importancia de priorizar en nuestra actividad parroquial el “redescubrimiento de nuestra vocación bautismal” renovando nuestras comunidades, nuestra vida de fe y centrándonos en las opciones fundamentales de nuestras parroquias (formación, familias, jóvenes, mundo rural…) y conociendo y poniendo en marcha las conclusiones y líneas que va a marcar el sínodo que se está celebrando en Roma. Ser una “Iglesia en salida” buscando y realizando acciones de primer anuncio y diálogo con ausentes, alejados e interreligioso. Todo ello coordinado con nuestra vicaría y diócesis.
También se presentó la propuesta de Misión para la Unidad Pastoral que queremos realizar este curso, coincidiendo, en este año jubilar, con el 25 aniversario de la Misión Popular que se realizó en nuestra parroquia el año 2000, con motivo el jubileo ordinario y el 400 aniversario de la traída de la imagen de la Virgen de la Oliva a nuestra parroquia. Sobre este acontecimiento iremos informando.
También se informó de las restauraciones que se van a realizar en convenio con DPZ, Ayuntamiento y Diócesis/Parroquia, de varias tablas de nuestro patrimonio parroquial.
El Consejo Pastoral Parroquial constituye la principal forma de colaboración y diálogo, de participación y discernimiento pastoral de los fieles en la vida parroquial. Se trata de un organismo permanente y consultivo en el que, bajo la presidencia del párroco, los fieles, junto con los sacerdotes que desarrollan su labor pastoral en la parroquia, colaboran para fomentar la actividad parroquial.
Tiene como fin colaborar activa y eficazmente en el desarrollo de la pastoral y actividad evangelizadora de la parroquia. Para ello, le corresponde: manifestar al párroco las necesidades de los fieles, principalmente las espirituales y sus deseos (cf. can.212 &2,3); ayudar al párroco a tener conocimiento de la realidad social y parroquial, y aconsejarle en la determinación de los objetivos parroquiales; programar y revisar la actividad parroquial aconsejar en la elección de personas para la cooperación en la animación de las áreas pastorales; evaluar los planes y programas pastorales propuestos.