El domingo, 7 de diciembre, segundo domingo de Adviento el Bautista nos invita a disponer nuestro interior para la venida del Señor. Juan recibe ese nombre en relación al ministerio que desempeña. La novedad de su bautismo es la de ser administrado: uno no se introduce en las aguas por sí mismo, sino a través de otro. Todo ello muestra que el autor de la purificación es Dios mismo. El bautismo de Juan era de conversión y no podía perdonar los pecados, pero disponía al pueblo a la venida inminente del Salvador.
Este domingo, día 7 de diciembre, a las 9 de la noche, en la Iglesia de El Salvador, celebraremos la Vigilia de Oración con María desde el lema: “María se implicó con el sí ¿y tú?”.
Estamos todos invitados a este tiempo de oración con María preparando la fiesta de la Inmaculada, tan significativa para nosotros.