Estamos en tiempo de cuaresma, un momento ideal para dejar atrás aquello que nos impide caminar de la mano de Cristo Jesús.
La confesión no es un «juicio» ni una «tintorería» que quita los pecados, sino el encuentro con un Padre que perdona siempre, perdona todo, olvida las culpas del pasado y luego hace incluso fiesta. Y es precisamente el modo concreto del abrazo de reconciliación de Dios el Padre bueno que siempre nos espera; así nos lo recuerda el Papa Francisco. También nos dice que: «Confesarse con un sacerdote es un modo de poner mi vida en las manos y en el corazón de otro, que en ese momento actúa en nombre y por cuenta de Jesús. Es una manera de ser concretos y auténticos: estar frente a la realidad mirando a otra persona y no a uno mismo reflejado en un espejo». El solo hecho de que una persona vaya al confesionario indica que ya hay un inicio de arrepentimiento, aunque no sea consciente. Si no hubiera existido ese movimiento inicial, la persona no hubiera ido. Que esté allí puede evidenciar el deseo de un cambio. La palabra es importante, explicita el gesto».
Es por esto que el MIÉRCOLES 2 de abril tras la misa de 7,30 de la tarde, sobre las 8, en el Salvador tendremos la celebración comunitaria de la reconciliación.
Estáis todos invitados.
CELEBRACIÓN PENITENCIAL EN LA UNIDAD PASTORAL
EJEA | Miércoles 2, a las 20h. |
PINSORO | Lunes 7 a las 20h |
SANTA ANASTASIA | Martes 8 a las 20h |
BARDENAS | Miércoles 9 a las 20h |
RIVAS | Jueves 10 a las 20h |
CASTEJÓN | Viernes 11 a las 21h |
En el resto de pueblos pueden solicitarlo al sacerdote antes de la misa dominical.