Reivindicamos la fuerza social del perdón para edificar nuestra convivencia. No queremos que el resentimiento y los odios nos encadenen al pecado. Nos comprometemos a promover una experiencia colectiva de mutuo perdón y de reconciliación. “Señor, que donde haya odio, nosotros pongamos perdón”.
Todos necesitamos el perdón de Dios. Todos necesitamos perdonar y ser perdonados. Pedimos el perdón de Dios por nuestros pecados. Pedimos perdón por no haber trabajado lo suficiente por la paz y en contra de todas las injusticias. Pedimos perdón a quienes no hemos sabido defender o ayudar desde el espíritu del Evangelio. “Señor, que donde haya pecado, Tú pongas perdón”.
Creemos en la paz, logro de los hombres y don de Dios. Nos comprometemos a trabajar y a orar sin descanso por la paz. El encuentro con Dios da la paz y ayuda a construirla. “Señor, convierte