“La sinodalidad, en palabras del Papa Francisco, es el modo de ser Iglesia en el Tercer Mileno y por eso, nos jugamos mucho en este arranque de la fase diocesana.
Os invito a ser protagonistas de este proceso sinodal, a través de las claves de la comunión, la participación y la misión. Todos somos importantes, todos tenemos que pedirle al Espíritu la humildad para escuchar y acoger al otro y la valentía para hablar y proponer caminos nuevos en la vida de la Iglesia” nos decía nuestro Arzobispo en la carta que leímos el domingo 31 de octubre.
Ahora hemos comenzado a trabajar en este proceso sinodal.
La reunión del Consejo de Pastoral Parroquial del día 4 de noviembre fue el comienzo de este proceso en nuestra parroquia y Unidad pastoral. Van a comenzar a reunirse los grupos parroquiales, que durante este tiempo de pandemia no lo hemos podido hacer. En todos ellos trabajaremos este proceso sinodal. Pero, como nos dice el papa y nos lo recuerda nuestro Arzobispo: “Con la ayuda de vuestros pastores y de las orientaciones del Equipo Diocesano del Sínodo constituid grupos sinodales en vuestra comunidad y buscad cauces creativos para llegar y escuchar a los alejados, ausentes y más vulnerables de nuestra sociedad”.
Para ello, durante los domingos de Adviento, o sea, a partir del próximo domingo, repartiremos en las eucaristías dominicales, unas hojas para poder participar en este proceso, los que no están en los grupos parroquiales o aquellos que creamos que pueden aportar, a través de responder a las preguntas, de forma anónima. Todo ello será recogido y formará parte de nuestra aportación de la Unidad Pastoral en esta fase diocesana del Sínodo.
Estamos viviendo un momento apasionante y único en este proceso de revisar y proyectar a la Iglesia en este siglo XXI, buscando nuevos caminos de evangelización para este tiempo, siendo fieles al mandato del Señor.