El domingo de Resurrección (21 de abril) hemos tenido la última y la más importante, de las procesiones de Semana Santa; no es una simple procesión, es la que nos explica todas las demás.
Gracias al Resucitado, nuestra Semana Santa, no es semana de sufrimiento y muerte, sino de redención y vida.
Toda la comunidad parroquial, se ha unido a las Cofradías en esta procesión del Resucitado.
En la Eucaristía de Pascua, la gran fiesta del Resucitado, celebramos los cristianos “el primer día de la semana”, el día en que resucitó Cristo.