El lema de la campaña institucional de Cáritas para 2021-2022 es:
“Construimos una comunidad que sueña”.
La colecta del día de Navidad de 2021 ha sido para esta campaña. Se han recogido 4.204,68 €, que se mandan a Cáritas Diocesana. Desde Cáritas Diocesana nos mandan todos aquellos gastos que tenemos como Cáritas de la Unidad Pastoral. Agradecemos estas aportaciones para ayudar a los más desfavorecidos y necesitados de nuestras comunidades, que en estos momentos ya son muchos. GRACIAS.
Breve descripción de la campaña
Esta nueva campaña de Cáritas nos propone una utopía, pero siguiendo el hilo de la historia, cargados de esperanza, estamos convencidos de que lo vivido ofrece material suficiente para iniciar procesos transformadores y provocadores de cambios nuevos. Cáritas de Navidad nos sitúa así en esta encrucijada de nuestra historia reciente: el Covid 19. Con visión profética nos invita a ponernos en camino, dejándonos iluminar por ese Dios que se hace prójimo y que no pasa de largo ante el sufrimiento humano
Es la hora de ser valientes y audaces para comenzar con los cambios, de explorar nuevas rutas de fraternidad en nuestra Iglesia y en nuestro mundo.
Es necesario animar la necesidad que tenemos de reforzar los vínculos y la interdependencia en la comunidad cristiana, parroquial y diocesana, y con otros ámbitos sociales, para hacer posible unas relaciones más humanas y más fraternas, solidarias e inclusivas de todas las personas, invitando expresamente a:
- hacernos prójimos de los demás;
- participar en los espacios de vida pública y social;
- comprometer nuestro tiempo, las habilidades y los recursos para hacer posible una convivencia más solidaria y pacífica
En estos momentos, en efecto, lo decisivo será la recreación de nuestros vínculos porque desde los aprendizajes a raíz de la pandemia hemos constatado que nuestra fragilidad no puede sostenerse sola, y que lo único que nos salva es el amor fraterno y solidario de unos para con los otros. Es una invitación a reconstruir ese “nosotros comunitario” que nos permita recrear la existencia, los vínculos, las oportunidades y los proyectos de vida. Es un grito de esperanza para mirar hacia delante, soñando horizontes amplios. Tan amplios que ponga en lugar preferente a los que traen de esta pandemia heridas y vacíos mayores. La tarea es fascinante y comunitaria: construir entre todos un futuro más humano, más samaritano, más sostenible, más justo. Respetando el marco proyectado por nuestro Dios: en comunión y cuidado de la “casa común” que a todos nos cobija y alimenta, donde nadie se sienta extraño ni excluido.
La Colecta del Día de Navidad fue para los más necesitados de nuestras comunidades.