El 6 de octubre de 2020 se hizo pública la aceptación de la renuncia por cuestiones de edad del que ha sido nuestro Arzobispo desde diciembre del 2014, D. Vicente Jiménez. Nuestro nuevo Arzobispo es D. Carlos Escribano Subías, que hasta ahora era el Obispo de la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, desde el 2016.
Carlos no es un desconocido entre nosotros, desde su ordenación en 1996 formó parte de nuestro presbiterio diocesano, siendo párroco en “El Sagrado Corazón” y de “Santa Engracia” en Zaragoza, y profesor del “Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón”; fue nombrado Obispo de Teruel y Albarracín el 20 de julio de 2010, y después en el 2014 pasó a Logroño. En la Conferencia Episcopal Española es, desde 2010, miembro de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar. También, dentro de esta Comisión, es Responsable del Departamento de Pastoral de Juventud desde el año 2017, Consiliario Nacional de Acción Católica desde 2011 y Consiliario de Manos Unidas desde 2015. Fue miembro, desde 2010 a 2017, de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida.
Carlos es conocedor de nuestra Diócesis de Zaragoza y de la provincia Eclesiástica, donde ya trabajó cuando era obispo de Teruel-Albarracín.
En su saludo a nuestra diócesis dice: “El Señor me envía a una Iglesia llena de historia, de vida y de frutos de santidad, sostenida en su fe, esperanza y caridad por la mediación de la Virgen del Pilar. Es una diócesis con una gran tradición cristiana y con muchos hombres y mujeres verdaderamente entregados a su vocación que han trabajado y trabajan con alegría e ilusión en la misión de la Iglesia. Sé que es mucho el trabajo que se realiza en nuestra diócesis, en sus parroquias, delegaciones, secretariados, comunidades religiosas, en el seminario diocesano, en asociaciones, movimientos y familias; y que hay un gran interés en ser una Iglesia en “estado de misión permanente”, para llegar a todos con el mensaje de la Salvación de Cristo, siendo testigos del amor y la misericordia de Dios”
Todos nos alegramos de este nombramiento y rezaremos por él y trabajaremos con él, para que sea el buen guía del rebaño de Dios en esta parcela que es nuestra diócesis de Zaragoza.