El martes 28 de julio fallecía en el Complejo Hospitalario de Navarra, tras una larga enfermedad, el padre Isaac Totorika, el Abad del Monasterio de la Oliva.
Nacido en 1961, en Ermua, ingresó en el monasterio de La Oliva en marzo de 1993 y cinco meses después tomó el hábito de novicio. De allí llegó al monasterio de Zenarruza, donde realizó la profesión simple en 1995 y la solemne, en 1998. En diciembre de 2007 fue ordenado sacerdote y fue el Superior de Zenarruza hasta que fue elegido Abad de la Oliva tras la renuncia del anterior abad, el Padre Pablo Gordillo. En diciembre del año 2009, en una ceremonia presidida por el arzobispo de Pamplona y el obispo de Bilbao, recibió la bendición abacial en el Monasterio de la Oliva, en Carcastillo. Durante estos 10 años ha sido un Abad sencillo, servicial, querido y respetado por todos. Su amor y servicio a los hermanos, su vida de oración y contemplación, han hecho que deje una huella imborrable en el Monasterio y en todos los que lo hemos conocido.
En las fiestas de la Virgen de la Oliva del 2013, fue él quien presidió la celebración de la Misa de 11 en la Plaza de la Virgen de la Oliva de nuestra Villa, y todos los años nos atendía con delicadeza y cariño en nuestra peregrinación el último sábado de mayo de nuestra parroquia.
Este miércoles día 29, se celebró la misa funeral de cuerpo presente en la Iglesia del Monasterio de Ntra. Sra. de la Oliva, y posterior entierro en el cementerio del Monasterio, presidida por el Arzobispo de Pamplona Monseñor Francisco Pérez y concelebrada por los obispos: auxiliar de Pamplona y el obispo titular y auxiliar de Bilbao y el emérito de San Sebastián, Monseñor Uriarte, dos abades y numerosos sacerdotes. En la homilía, el Abad de Sta. María de Huerta, manifestaba a Dios el agradecimiento por haber tenido entre nosotros una persona buena, sencilla y contemplativa, amiga de Dios y de sus hermanos. Su ejemplo de servicio y sencillez es la imagen de Cristo “no no vino a ser servido sino a servir”, decía el Abad. Nosotros damos gracias a Dios por haberlo conocido y por su entrega generosa y ejemplo de vida contemplativa.
El sábado 1 de agosto, en la Eucaristía de la Virgen de la Oliva a las 8,30 de la tarde pediremos y daremos gracias a Dios por el Padre Isaac.