“Deseo celebrar la memoria del Niño que nació en Belén y quiero contemplar de alguna manera con mis propios ojos lo que vivió en su invalidez de niño. Imaginando cómo fue reclinado sobre el heno en el pesebre, entre una mula y un buey” (S. Francisco de Asís).
En este año que se cumple los 800 años de la primera representación del Belén, nos unimos a San Francisco en este deseo de acoger a este Niño que sigue naciendo, pobre y desnudo junto a nosotros, para que lo vistamos de nuestro Amor.
¡FELIZ NAVIDAD!