La transmisión de la fe a la luz de Evangelii gaudium nos habla de que el envío misionero del Señor incluye la llamada al crecimiento de la fe cuando indica: “enseñándoles a observar todo lo que os he mandado”.
La educación y la catequesis están al servicio de este crecimiento. Así, el papa pone el acento en el kerigma como centro de la actividad evangelizadora y de todo intento de renovación eclesial y en la iniciación mistagógica, que supone una progresiva iniciación al misterio de Dios en la vida comunitaria y litúrgica.
Sin esta catequesis iniciática, no es posible una vida de fe que lleve al cristiano a ser corresponsable con la misión de la Iglesia. (Directorio Diocesano de Catequesis de Zaragoza, 4)