Fe, Oración

Oración y Fe

El que cree sinceramente en Dios se comunica con Él y la oración es la expresión de su fe. Por eso, cuando la fe entra en crisis, entra también en crisis la oración. Y cuando la oración desaparece de la vida de una persona o de una comunidad, es señal de que la vida de fe, la vida religiosa, se está apagando.

En esos momentos debemos reaccionar humildemente con aquella hermosa súplica que aparece en el Evangelio: “Creo, Señor, pero aumenta mi fe”. Si se quiere conocer la religión de un pueblo, lo más iluminador no es examinar lo que dice creer, sino observar si ora y cómo ora. ¿Oramos nosotros? ¿cómo oramos?.

Cada vez son más las personas que oran y oran de verdad. La crisis religiosa, lejos de aminorar la oración, ha purificado los rezos y prácticas, despertando a la vez un desea sincero de Dios. Todos tenemos muchas ocasiones para hacer oración personal y en grupo; y también muchas ofertas para aprender, para profundizar y para experimentar esta comunicación con Dios, nuestro Padre, que tanto bien nos puede hacer. Tenemos que animarnos y aprovechar todo esto.

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