El problema del coronavirus, la necesidad de suprimir las catequesis y, posiblemente, la imposibilidad de que para Mayo no hayamos vuelto todavía a la normalidad plena, como ya han hecho en nuestra diócesis bastantes parroquias, y puestos en contacto con las catequistas y éstas con los padres de los comulgantes, se ha decidido retrasar la celebración de las Primeras Comuniones.
Teniendo en cuenta que tenemos todavía una serie de catequesis importantes y las celebraciones penitenciales, si pudiéramos volver a la normalidad en el mes de mayo, podríamos realizarlas los dos últimos domingos de Junio o, si no pudiera ser así, las haríamos en Octubre.
Tal como vaya evolucionando la pandemia nos pondremos en comunicación con los padres para tomar la decisión. Sí que es importante que los niños sigan las catequesis con sus padres en casa, haciéndoles llegar las propuestas que se envíen a través de las catequistas.