En el mes de septiembre comenzábamos el curso con cambios de sacerdotes. Luis David y Antonio marchaban a sus nuevos destinos: parroquia del Sagrado Corazón de Zaragoza y Tauste. Llegaron Jaime y Carlos y comenzamos el curso con su novedad y cariño, organizando toda la pastoral los tres sacerdotes de la Unidad Pastoral.
Carlos venía de Colombia para poder estar dos años entre nosotros, como experiencia pastoral, y su adaptación fue perfecta. Su cercanía, cariño y experiencia pastoral hicieron que pronto le tomáramos cariño y trabajáramos con agrado e ilusión en nuestra Unidad Pastoral. Pero, como dice el dicho: “el hombre propone y Dios dispone”, cercanas a las fechas de la Navidad, su obispo de Colombia le comunicaba que era necesario en su diócesis. En comunicación con nuestro Arzobispo y ante la necesidad de su diócesis, Carlos ha tenido que marcharse esta semana a su país y diócesis, ya que allí comienza el curso en esta época, y él tendrá que realizar funciones en su seminario diocesano.
El grupo de sacerdotes de la Unidad Pastoral y todas las comunidades de la misma, sentimos mucho su marcha, porque ha sembrado el cariño, cercanía y servicio entre nosotros, en las celebraciones litúrgicas, en la atención a todos, en las labores catequéticas y pastorales. Desde esta Hoja queremos mostrarle nuestro cariño y agradecimiento por este corto tiempo entre nosotros.
¡Gracias Carlos, te deseamos todo lo mejor!